viernes, 22 de enero de 2010

Isabelita = Cristina. ¿Moreno = Lopez Rega?. Este país no aprende más.

La única diferencia entre Isabelita y Cristina es que a la primera se le murió el marido. Porque por lo demás son ambas inútiles.

El gobierno se parece cada vez más a los años 73-76.

Está claro que no es un problema de elección equívoca. La culpa de lo que nos toca vivir no la tienen ni Duhalde ni Néstor ni Cristina. La culpa la tenemos los argentinos que no aprendemos de los errores pasados y nos gusta vivir en esta ruleta rusa.

Conciente o inconcientemente estamos metidos en este ciclo de ilusión y desencanto de hace más de 100 años.

El "programa" econòmico y político presente es la fotografía de lo que fue el programa económico de aquellos años.

Las consecuencias están a la vista. En Córdoba y Chaco hay racionamiento de energía eléctrica. Lo disfrazan con problemas en los generadores de electricidad y caídas de usinas por desperfectos técnicos. Lo que verdaderamente ocurre es que no hubo inversión genuina en generación con una población que crece día a día y un cambio climático que sube el clima a temperaturas inusuales.

La inversión no se hizo porque las empresas generadoras trabajan a pérdidas operativas producto del atraso tarifario. Con costos de producción y administración en aumento por la inflación, los ingresos siguen congelados.

Adicionalmente, circunscribiéndome a los casos de Chaco y Córdoba, tanto Secheep como Epec, empresas provinciales de energia respectivamente, están enfermas de corrupción interna y externa. Dentro de las empresas existe una alta corrupción y fuera de las mismas existen casas de familia que atrasan medidores de energía para pagar aún menos mientras la energía se consume. Recordemos que la energía eléctrica no puede almacenarse.

Hace dos años decían que el problema del atraso tarifario provocaría que falte energía eléctrica, como eso no se cumplía porque Dios atiende en Buenos Aires entonces seguíamos festejando y mirando para un costado.

Si la cosa sigue así, no habrá otra forma que un ajuste compulsivo de las tarifas para poner las empresas en caja y con ello corremos el riesgo de alimentar la espiral inflacionaria. La energía es un insumo indispensable de producción y su costo normalmente se traslada a precios.

Ahora, lo que más duele, es que los que roban son aquellos que pueden pagar y los pobres. Que los pobres roben puede ser entendible pero que las familias más pudientes lo hagan, eso es inadmisible.

Moreno se parece mucho a Lopez Rega, no porque maneje a Cristina como títere, porque está claro que no ocurre, pero sí sabemos que se lleva puesto a cualquiera que no esté de acuerdo con sus designios y caprichos.

Es una lástima que no sepamos aprovechar las oportunidades.

Una anécdota personal: viajando en taxi desde el centro en Capital Federal hacia el Aeroparque Jorge Newbery para volver a mi amada Córdoba, charlaba con un taxista y èl me dijo algo que me pareció sorprendente y es que "los argentinos no aprendemos porque no tuvimos guerras civiles ni hambre verdadera". Me pareció increíble. Ahora, espero que el taxista no tenga razón y que los argentinos aprendamos antes que la corrupción política debe ser castigada, que los funcionarios deben ir presos si incumplen con sus deberes de funcionarios públicos. Como ejemplo de esto, no sirve denunicarlo a Redrado por mal desempeño de sus deberes de funcionario público tanto en la CNV como en el BCRA si después el proceso penal llevará 15 años y él seguirá libre. No sirve denunciar a la familia Kirchner por enriquecimiento ilícito si después, comprobado el ilícito, un juez por miedo a que aparezcan videos de sus actos sexuales gays o por una repesalia mediática del gobierno, los declara inocentes, hace cosa juzgada y no se puede volver a enjuiciar a los Kirchner por un hecho comprobado de corrupción.

El Argentino normalmente actúa cuando siente que se le mete la mano en el bolsillo, conciudadanos, aunque no nos demos cuenta, nos están metiendo la mano en el bolsillo, nos guste o no es así.

Nunca aprenderemos a votar en la medida en que no nos demos cuenta que el problema no son ellos, sino nosotros. Nosotros elegimos lo que sabemos elegir y eso es un problema cultural. Ellos, los políticos, son el reflejo de la sociedad argentina, hay matices, pero somos tramposos, mentirosos y nos encanta cantar vale 4 con un cuatro de copas o falta envido con 21 puntos.

Una lástima!!!!.

Martín Piccato.

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