lunes, 30 de enero de 2012

Fed amplía el horizonte de tasas bajas, ¿cambia la perspectiva futura para el dólar?

Hasta hace pocos días el panorama económico financiero para los inversores estaba un tanto claro, digamos, con menos nubarrones.
La decisión del FOMC de extender el plazo de mantenimiento de tasas de interés de referencia en valores cercanos a cero agregó un factor de incertidumbre sobre el futuro del valor del dólar y el poder que este precio tiene sobre las materias primas y su impacto en los bienes transables de los distintos países y bloques económicos.
No existe una visión única sobre la evolución del dólar, siempre depende de intereses particulares.
A juzgar por las condiciones presentes respecto del diferencial de tasas de interés, con el BCE en el 1% y la FED en 0,25%, la balanza debería inclinarse a favor del euro. Si miramos la situación política de la Zona Euro comparada con EEUU entonces la balanza debería inclinarse al dólar.
Lo cierto es que los inversores intentan adelantarse a los acontecimientos futuros (descontando a momento presente). Si nos enfocamos solamente en las perspectivas económicas entonces claramente el ganador es el dólar.
Pero no todo es tan simple, si el dólar se fortalece en el mundo son los commodities los que sufrirán una caída importante en precios y con ello arrastraría a los países exportadores a caídas de balanza comercial, reservas internacionales y menor crecimiento o recesión. Ahora, mirado desde el lado de Europa, una caída en el valor nominal del euro daría un respiro importante al sector exportador (turismo principalmente), beneficiando  a los países más afectados por la crisis de deuda (Grecia, Portugal, Italia, España).
El timón de esta crisis la tienen el BCE y la FED. Todo parece indicar que el BCE también relajará las políticas monetarias, en principio llevando la tasa de referencia a 0,50% en un par de reuniones futuras. Si ambos bancos centrales mueven las fichas en el sentido previsto entonces el ganador será el dólar en términos nominales; provocará con ello la caída del precio de los commodities y afectará a productores de materias primas, disminuyendo el crecimiento en países del tercer mundo.

El riesgo de un default en las economías débiles de Europa aún se mantienen con pocas probabilidades, aunque la dinámica es alta y todo cambia de un día para el otro. El fin de la crisis está lejos aún, muy lejos.

lunes, 23 de enero de 2012

Grecia acuerda, ¿es el fin de la crisis?

Grecia acuerda una quita de su deuda y reestructura los plazos. La tasa de interés por los nuevos bonos llegan al 4%.

Lejos de suponer que esto implica el fin de la crisis, se debe ver como un paso importante hacia la salida.

Que la reestructuración haya sido voluntaria evita un problema enorme porque disipa por un tiempo el riesgo de default y la salida del país heleno de la zona euro.

Pero los problemas no se han superado aún. Estadísticamente Europa arrastra una alta probabilidad de crecimiento nulo o recesión en el 2012. Evitar la recesión implica decisiones complejas y con resultados inciertos. Claramente la caída del euro respecto de las demás divisas incentiva el turismo y las exportaciones. Lo que se necesita saber ahora es si la caída se mantendrá en el tiempo o si EEUU intervendrá porque un dólar fuerte no es deseable para sus objetivos. Por otro lado, para EEUU un desmembramiento de la zona euro implica la cuasi destrucción del sistema capitalista conocido, por lo que puede dejar apreciar levemente su moneda y "ayudar" así al sector transable de la zona comunitaria.

Los movimientos de sendos bancos centrales (BCE y FED) darán señales claras respecto de sus políticas monetarias. Especial atención tendrá el discurso de Obama respecto de sus planes para incentivar el empleo en EEUU. De ser agresivos en política fiscal expansiva y la FED no mueve las fichas entonces veremos un dólar fuerte, caso contrario la debilidad del dólar volverá a escena. Del otro lado del océano, si el BCE termina decidiéndose por políticas monetarias expansivas entonces veremos un euro débil y un dólar fuerte.

Los jugadores del ajedrez son la FED y el BCE, de acuerdo a qué ficha muevan será el destino de las dos economías.