martes, 7 de junio de 2011

Bernanke confirma la ausencia de un QE3.

Acaba de pronunciar un discurso sobre la salud de la economía estadounidense en una conferencia para banqueros.

Los puntos salientes de su discurso están en la ausencia de un plan de estímulos adicional (QE3), su preocupación sobre la inflación y el reclamo de un plan de política fiscal sustentable.

En cuanto al QE3 afirma que no ve necesarias nuevas medidas de estímulos, al menos explícitas, puesto que considera que el crecimiento si bien es moderado está sostenido en el tiempo. Hasta se animó a decir que el crecimiento en EEUU se acelerará en el segundo semestre.

Respecto de la inflación dijo que, aunque está preocupado respecto del último número publicado, para la FED este aumento es transitorio y tiene como fuentes los altos precios de los commodities, los problemas vividos en Medio Oriente y el terremoto de Japón. Una vez que las situaciones de base se estabilicen entonces la inflación debería mermar. De cualquier manera dijo que de mantenerse las expectativas de inflación en niveles altos entonces deberá actuar porque su obligación principal es mantener un nivel aceptable de precios (valor doméstico del dólar en términos reales). Aunque espera mantener las tasas bajas durante un período de tiempo prolongado (al menos dos reuniones más) si las expectativas de inflación se disparan entonces podría actuar de manera sorpresiva. Los precios de los commodities en estos niveles son para la FED transitorios.

Por último, política fiscal sustentable es un reclamo más que genuino para Bernanke puesto que no puede hacer mucho más desde la política monetaria. En lenguaje profano se puede decir que se gastó todos los cartuchos y que la pelota está ahora del lado de Geithner y Obama. Está claro que Bernanke no sigue relajando aún más la política monetaria porque el límite para él está claro y es esa expectativa de inflación que se mantiene alta, aunque se consuela diciendo que es transitoria. Sin política monetaria entonces queda la política fiscal.

Los mercados financieros que se mantenían en verde cerraron en rojo, revirtiendo en 10 minutos la tendencia y quedaron en niveles sencillamente preocupantes y que pueden significar mayores caídas por venir.

En el mercado de divisas la volatilidad se hizo sentir y aunque el dólar se mantiene débil, de seguir las caídas del S&P y el DOW entonces deberíamos observar una subida del dólar en todos los frentes, aunque esto no está exento de volatilidad y rebotes fuertes.

En conclusión, Bernanke hizo lo que tenía que hacer y dijo lo que tenía que decir, veremos si el mercado lo interpreta de la misma manera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario