martes, 7 de junio de 2011

Prima la irracionalidad, otra vez Keynes tiene razón.




Keynes decía: "Los mercados pueden permanecer irracionales más tiempo de lo que uno puede mantenerse solvente".

La experiencia cuenta que cuando los mercados financieros caen entonces el dólar estadounidense se fortalece, cualquiera sea el mercado (Europa, Asia, América). La experiencia cuenta también que, dado el diferencial de tasas de interés que favorece al euro, cuando los mercados se muestran alcistas entonces el euro se fortalece. Hace unos días que nada de eso se cumple. De hecho, mientras escribo veo como suben las bolsas americanas y el dólar intenta fortalecerse en ese momento. Europa cae y el euro sube en horas de operatoria europea.

Lo mejor en estos casos es ver desde afuera que ficha del tablero vuelve a la racionalidad y esperar.

Ni siquiera las correlaciones entre los pares de divisas se cumplen.

La poca coordinación entre las políticas de los países centrales puede ser una de las razones de estos movimientos no deseados.

Además, resulta poco claro que estando Europa en las condiciones en las que está con EEUU mermando el ritmo del crecimiento sea el euro la moneda que se fortalece.

Está claro que, desde el análisis fundamental algo está ocurriendo que no se conoce. Cierto es que Alemania se ve muy favorecida con la política de alza de tipos de interés en la Eurozona aunque España, Portugal, Grecia, Italia e Irlanda sufran las consecuencias. ¿Será acaso el precio que pide Alemania para ayudar a las economías débiles de la zona?.

La teoría y la experiencia cuentan que los tipos de cambio nominales suelen moverse al ritmo de los tipos de cambio reales, por lo que uno puede inferir que ni siquiera puede estar ocurriendo ganancias de productividad en la EuroZona como para creer que el euro está alto nominalmente pero sigue siendo competitivo para las economías castigadas.

En definitiva, ¿cuánto tiempo más la eurozona soportará este ahogue?, ¿por dónde descargará la furia?, ¿cuál será la válvula de escape?.

Lo cierto es que hoy martes 7 de junio el euro sigue por las nubes y las economías sólo saben de desaceleraciones.

Muchas son las expectativas en torno a los datos fundamentales. Se cree que Bernanke volverá a meter mano a la máquina de emitir para crear el QE3, es decir, la reedición de las medidas de estímulos monetarios para mantener a la economía en la senda del gasto que mantenga a las empresas sobreviviendo, ganando dinero aunque sin crear trabajo genuino. El riesgo latente es el disparo de la inflación de EEUU, algo que puede descontrolarse si se pone demasiado tiempo la máquina de emitir a funcionar. Según las estimaciones de agencias y consultoras especializadas EEUU debería estar preparado para soportar un índice de inflación por encima del 4,5%, costo que se debe pagar por salir de la crisis vía política expansiva. Para los EEUU, 4,5% es una inflación muy alta. Cierto es que en momento presente los habitantes estadounidenses están viviendo precios muy bajos lo que ayuda a mantener cierto nivel de vida "barato". Al menos los desempleados no sufren la falta de trabajo y además precios altos.

Por último, de errar en el diagnóstico en EEUU la realidad futura puede ser la Estanflación que no es otra cosa que inflación con recesión o estancamiento. Ese es el peor de los horizontes posibles. Esperemos que estas irracionalidades de los mercados no sean otra cosa que un pequeño respiro o corrección para volver al camino correcto de la recuperación definitiva.

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